miércoles, 11 de julio de 2012

Tortura en Nuevo León

La Tortura en el Estado de Nuevo León como parte de las herramientas para conseguir información y evidencia en las Investigaciones contra diversos delitos por parte de las Autoridades Procuradoras de Justicia es a la fecha moneda de uso común.


Actualmente y bajo el justificante de la mal llamada guerra contra la delincuencia, los procesos indagatorios se han visto minados de vicios y usos que bien podían asombrar hasta al mas sádico de los inquisidores de la antigua Nueva España. 


No es de todos desconocido que las tácticas y técnicas de acopio de evidencia e información por parte de nuestros Agentes Investigadores se basan casi en su totalidad a la aplicación de mecánicas de tortura, mediante las cuales se obliga al sujeto investigado a aceptar crímenes que no cometió.  


A la fecha los penales de la entidad se encuentran llenos de esas historias, personas que se vieron involucradas en investigaciones criminales por haber estado en el momento equivocado en el lugar equivocado o tener vinculo con la persona incorrecta.


Los mecanismos de Tortura utilizados en los sujetos investigados varían tanto como la imaginación del despiadado Agente Investigador le alcance.


Usando desde instrumentos simples como la ya conocida bolsa de plástico en la cabeza, golpes con objetos contundentes en las zonas blandas del cuerpo, inmersión en tanques de agua, choques eléctricos y demás que  resultaría aberrante describir. 


Pero la Tortura no solo ocurre de forma física cuando el detenido es sometido a los tratos antes mencionados, sino que comienza desde que el Agente Investigador aborda al Ciudadano.


Mediante engaños y amenazas, se logra someter a la victima a fin de acceda a acompañar a los Investigadores a donde luego se convertirá en la sala de juegos de estas perversas entidades. 


Tal proceder a la luz de la investigación científica legalista y protectora de los Derechos Humanos, resulta atentatoria a todos los principios establecidos de una Nación Democrática civilizada.


Acorde a los Principios rectores que devienen de nuestra Constitución Política Federal, todos gozamos en primer término de la presunción de inocencia, todos tenemos derecho a no ser incomunicados, a que nos asesore un abogado o persona de confianza, a no ser obligados a declarar en nuestra contra y a ser sometidos a un juicio justo, en donde se tenga la oportunidad de defensa, donde sepamos quien y de que se nos acusa y sea el acusador quien aporte las pruebas que comprueben tal imputación.


Es tan común hoy en día escuchar en los medios de comunicación que se detuvo a tal o cual persona y que solo hasta después de cierto tiempo se le permitió el contacto con su abogado o con su familia, que el ciudadano ya no alcanza a percibir que ese simple hecho que se esta narrando en el medio de comunicación ya constituye por sí mismo una Violación a nuestros Derechos Fundamentales y Garantías Constitucionales.


De nada nos sirve que los nuestros Agentes Investigadores fabriquen probanzas y obliguen a los acusados a inculparse cuando al paso del tiempo y mediante el juicio apropiado, se comprobara la inocencia, resultando así únicamente en la afectación de la vida de un inocente y en la impunidad del verdadero delincuente.


Fomentemos la utilización de Técnicas Científicas Forenses que robustezcan las acusaciones y el apego a Derecho y respeto a las Garantías consagradas en nuestra Constitución. 


Reprobemos y Denunciemos la Tortura y las Violaciones a nuestras Garantías Individuales y Derechos Humanos.    
Actualmente la Organización Estadounidense HUMAN RIGTHS WATCH mediante un comunicado de prensa dio a conocer su informe sobre México, destacando a Nuevo León entre los Estados donde más se vulneran los Derechos Humanos y más es empleada la Tortura en las investigaciones criminales. 


En dicho informe se da vista al Presidente Felipe Calderón Hinojosa de tales situaciones y se le insta a implementar las medidas respectivas para el cese de dichas practicas. 


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